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lunes, 14 de junio de 2010

Lado incógnito de Puno

El Comercio 2010  Por María Helena Tord
Fotos: OGD - PUNO



















Un nuevo recorrido por Puno le hará conocer una parte del Altiplano lejos del Titicaca y al borde de la cordillera andina, donde se esconden mágicos poblados llenos de historias y fabulosos entornos naturales como el cañón de Tinajani y los bosques de queñuas y puyas.

LAMPA: LA CIUDAD ROSADA
Comenzamos el recorrido en la ciudad de Lampa donde nos esperan sus silenciosas callejuelas de casas rosadas con techos de teja y sillar rosáceo.

La aguja del reloj de la torre del municipio marca de manera perenne las tres de la tarde y como él, este mágico lugar parece también detenido en el tiempo.
Como pocas ciudades en nuestro país, Lampa conserva intacta su plaza central y las calles aledañas gracias a la labor del patronato, que ha sabido preservar su valioso pasado y no ha permitido la construcción de edificios modernos en el centro histórico, donde las viviendas mantienen sus antiguas fachadas que le brindan un carácter único.
La iglesia de Lampa merece una visita especial. Por fuera presenta una armoniosa construcción de piedra con una cúpula revestida con tejas de cerámica vidriada en tonos verdes (que antiguamente se hacían en la zona) y por dentro tiene inesperadas sorpresas que narran su exquisita historia.
Entre inmensos lienzos de la escuela cusqueña —que muestran la vida de Santiago Apóstol— y singulares esculturas hechas en cuero, entramos a la capilla de La Piedad y quedamos maravillados con lo que vemos.
El nombre que lleva se debe a que en la parte superior se encuentra una escultura en aluminio de La Piedad de Miguel Ángel que junto con la que se encuentra en el municipio de Lampa son las dos únicas reproducciones que se tiene de esta famosa escultura.
Pero esto no es lo más impresionante, ya que aquí se encuentra el mausoleo de Enrique Torres Belón, quien fue un próspero minero y mecenas que contribuyó con la cultura del lugar y mandó realizar dicho mausoleo para colocar su cuerpo y el de su esposa, los cuales se encuentran rodeados de más de mil cráneos y esqueletos que fueron parte de los restos óseos de las catacumbas. Esta impactante imagen del osario va acompañada por una frase que dice: “Como tú eres yo fui, y como ahora soy, tú serás”.
Sorprendidos por los tesoros que guarda Lampa a cada paso, continuamos por los caminos de piedras canteadas al municipio para conocer la otra réplica de La Piedad en yeso. En la visita nos encontramos con nuevas sorpresas. De las paredes cuelgan, a manera de tributo, fotografías del genial artista Víctor Humareda, quien también procede de este encantador poblado.

DE BOSQUES Y QUEÑUALES
La naturaleza también ha hecho lo suyo por estos lares y el llamado circuito cordillerano propone conjugar una visita por los principales poblados como son Lampa, Ayaviri y Pucará, y adentrarse por los largos caminos que se abren entre bosques de queñuales, un árbol típico de estas alturas, hasta el paisaje monumental y pétreo del cañón de Tinajani.

El circuito completo dura alrededor de seis horas e incluye también una parada en Pucará, ancestral poblado de artesanos donde Gestur Puno ha retomado la práctica de elaboración de toritos de cerámica mediante pequeños talleres.


















GIGANTES DE PIEDRAS
Unas inmensas esculturas en roca nos anuncian la entrada al cañón de Tinajani, donde el viento ha esculpido pacientemente lo que nuestra imaginación pueda avizorar. Los altos farallones lucen majestuosos y forman un gran bosque de piedras con antiguas formaciones de sedimentos rojizos que tienen millones de años, cuando este lugar estaba totalmente cubierto de agua.

El día avanza, el viento sopla y las tonalidades de la piedra se transforman y se crea un espectáculo maravilloso al ver los últimos rayos de sol caer sobre sus sedimentos y entre sus inhóspitas rocas aparecen manadas de ovejas que contrastan su blanco pelaje con las ropas multicolores de las niñas que recorren la puna. De pronto, escuchamos a Cesarego, único señor y guardián de estas tierras, quien con gran sonrisa anuncia su presencia y nos hace saber quién vive por acá.
Al final del último tramo, doblando las paredes de rocas, llegamos hasta un bosque de puyas, donde crece esta singular bromeliácea, la más grande del planeta, que mide hasta diez metros de alto, que se impone en este paisaje donde una vez en la vida, a los aproximadamente 100 años de edad, florece hasta ofrecernos 5.000 flores, momento en que muere después de dejar caer sus últimas semillas.

LA PIEDAD EN LAMPA
Hay dos réplicas de La Piedad de Miguel Ángel. Una vaciada en aluminio que está en el osario y la otra en yeso, que es el molde tomado de la original de Roma y que está en el municipio de Lampa. La réplica fue lograda por la amistad de Torres Belón con el Dr. Gino Bianchini con el compromiso de que una vez efectuado el vaciado en aluminio, fuera destruido. Ello nunca ocurrió, y cuando la obra original fue golpeada en Italia llegaron a Lampa los emisarios de Roma para tomar las medidas para la restauración.






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